
Cuando las calles de El Talar aún eran de tierra, la maestra y profesora de matemática Elba Gloria de Crespi, junto al profesor de Educación Física Juan Luis Molinari, soñaron con fundar un colegio y junto al ingeniero Norberto Crespi ese deseo se transformó en realidad.
El edificio elegido fue una casaquinta ubicada en El Talar, con planta baja y dos pisos, que permitía acondicionar seis aulas. Poco tiempo después, se construyó un aula adicional para el nivel preescolar.
Así, un 10 de marzo de 1969, abrió sus puertas el colegio, con seis cursos de nivel primario y un curso de preescolar, convirtiéndose en uno de los primeros de la zona.